El Departamento de Estado de EEUU elevó un informe que revela que Paraguay ha hecho esfuerzos sin embargo no logra cumplir con los estándares mínimos para eliminar la trata de personas, como el criadazgo, que según estimaciones, afecta a 47.000 mil niños.
El informe concluye que el Gobierno de Paraguay no ha logrado cumplir plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata, a pesar de los esfuerzos realizados, que los cataloga como importantes.
Precisa que el gobierno paraguayo identificó muchas menos víctimas de trata y recientemente procesó sólo a dos presuntos traficantes, tampoco estableció la agencia dedicada a la lucha contra la trata ni la fuente de financiamiento requerida por la ley; no hay opciones de refugio para las víctimas masculinas y el Gobierno sólo proporcionó refugio a un subconjunto de mujeres víctimas de la trata
También siguió sin adoptar enfoques eficaces para abordar las prácticas y condiciones de trabajo abusivas comunes en situaciones de criadazgo, es decir la servidumbre doméstica infantil.
PROTECCIÓN TAMBIÉN DISMINUYÓ
Los observadores notaron que el Gobierno paraguayo disminuyó los esfuerzos de protección, pues notaron que no existe una base de datos centralizada para agregar información entre ministerios, lo que impide proporcionar datos completos sobre la protección de las víctimas.
Identificaron tres agencias involucradas en la identificación de víctimas: Unidad de Trata de Personas de la Fiscalía, el Ministerio de la Mujer y el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (MINNA), que informaron haber identificado 67 víctimas en 2022. En comparación, el gobierno informó haber identificado 166 víctimas en 2021; 299 víctimas en 2020.
Entre las 67 víctimas identificadas en 2022, había 26 mujeres, 15 niñas, 22 hombres y 4 niños; 2 víctimas identificadas eran bolivianas, 24 eran paraguayos explotados dentro del país y 41 eran paraguayos explotados en el extranjero, en Bolivia, Brasil, México y España.
Si bien existen protocolos de identificación de víctimas, no había un protocolo universal para facilitar la identificación proactiva de las víctimas.
El informe agrega que había tres refugios dedicados a la trata con capacidad combinada para albergar hasta 38 mujeres víctimas, uno para mayores y dos para niñas. Ante la falta de capacidad suficiente de alojamiento, la mayoría de las víctimas regresaron a sus hogares, donde en ocasiones tuvieron dificultades para acceder a otros servicios de apoyo. El regreso a casa también aumentó la vulnerabilidad de las víctimas a la nueva trata, ya que las familias de las víctimas pueden haber estado involucradas en su explotación.
La calidad general de la atención a las víctimas, particularmente en las zonas rurales, fue inadecuada debido a los recursos limitados y la falta de personal calificado.
AVANCES
Por otra parte, destaca que hay avances crecientes en comparación con años anteriores, incluso considerando el impacto de la pandemia de COVID-19, pero se mantiene en el Nivel 2 respecto a la lucha contra la trata.
Entre los esfuerzos, resalta que hubo más condenas a traficantes, otorgamiento de restitución a dos víctimas de trata por primera vez desde 2018, redacción e implementación de un protocolo para apoyar a víctimas de trata que salen del refugio y materiales de sensibilización en braille para ampliar la accesibilidad. Sin embargo, el gobierno no cumplió con los estándares mínimos en varias áreas clave.
Estas son algunas de las recomendaciones que hace el Departamento de Estado:
- Incrementar esfuerzos para identificar a las víctimas de la trata, incluso entre las poblaciones vulnerables.
- Financiar y ampliar el acceso a servicios especializados adecuados para las víctimas, incluidas las víctimas masculinas.
- Investigar y enjuiciar a los presuntos traficantes, incluidos los funcionarios cómplices, y buscar penas adecuadas para los traficantes condenados, que deberían incluir penas de prisión significativas.
- Financiar e implementar plenamente el PAN 2020-2024, incluidas sus disposiciones para establecer la secretaría y el fondo nacional contra la trata.
- Capacitar a los funcionarios para que utilicen sistemáticamente protocolos de identificación de víctimas y mecanismos de remisión para aumentar la identificación proactiva de las víctimas de la trata, incluso entre las poblaciones minoritarias e indígenas.
- Fomentar la participación regular de la sociedad civil en la mesa redonda interinstitucional sobre la Trata de personas.
- Incrementar el financiamiento y la dotación de personal de la Unidad Contra la Trata de Personas de la Policía Nacional del Paraguay.
- Revisar la definición de trata de personas según la Ley 4788/12 para garantizar que la fuerza, el fraude o la coerción sean elementos esenciales del delito según lo establecido en el Protocolo TIP de la ONU.
- Adoptar reformas para eliminar prácticas y condiciones laborales abusivas que puedan constituir trata de criadazgo (servidumbre doméstica infantil).
- Capacitar a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para comprender, investigar y procesar los casos de turismo sexual infantil en virtud de la ley contra la trata.
- Mejorar la coordinación interinstitucional y adoptar o desarrollar una base de datos de gestión de casos para casos de trata.
PERFIL DE LA TRATA DE PERSONAS EN PARAGUAY
Como se informó, durante los últimos cinco años, los traficantes de personas explotan a víctimas nacionales y extranjeras en Paraguay, y a paraguayos en el extranjero.
La práctica de obligar a los niños a trabajar como trabajadores domésticos (criadazgo), es una forma común de trata en nuestro país, según identificaron los observadores. Las familias de ingresos medios y altos de las zonas urbanas y rurales aceptan niños, casi exclusivamente de familias empobrecidas, como trabajadores domésticos y les ofrecen remuneraciones variables que pueden incluir alojamiento, comida, dinero, un pequeño estipendio o acceso a oportunidades educativas.
Se estima que 47.000 niños paraguayos trabajan en situaciones de criadazgo, muchos de ellos son muy vulnerables al tráfico sexual y laboral. Aunque la práctica afecta principalmente a las niñas, los niños representan el 30 por ciento en el criadazgo.
Los traficantes explotan a niños de zonas rurales en el tráfico sexual y el trabajo forzoso en los centros urbanos. Los casos de trata sexual infantil a menudo involucran a un traficante familiar. Los niños suelen ser víctimas del trabajo forzoso en la agricultura, el servicio doméstico y la criminalidad.
Los niños que se dedican a la venta ambulante, la mendicidad, la minería, la fabricación de ladrillos y la ganadería son vulnerables a la trata.
Los menores también son explotados en el cultivo y venta de drogas ilícitas. Los traficantes también reclutan a mujeres paraguayas para transportar drogas ilícitas a través de fronteras internacionales y posteriormente pueden someterlas al tráfico sexual.
En la región del Chaco, los traficantes explotan a adultos y niños en servidumbre por deudas.
Las redes sociales son una de las principales fuentes para reclutar víctimas. Las personas indígenas son particularmente vulnerables a la trata. Los traficantes explotan a mujeres, niñas y niños paraguayos en el tráfico sexual dentro del país, incluso a bordo de embarcaciones que navegan por las principales vías fluviales del país.
La sociedad civil y las víctimas alegaron que algunos funcionarios –entre ellos policías, guardias fronterizos, jueces y empleados del registro público– facilitaron el tráfico sexual aceptando sobornos de propietarios de burdeles a cambio de protección, extorsionando a presuntos traficantes para evitar su arresto o produciendo documentos de identidad fraudulentos, puntualiza el informe.