La audiencia preliminar en la causa de tráfico de drogas y lavado de dinero, se concentró en el vínculo entre Alexis Vidal González Zárate y el prófugo Sebastián Marset, de acuerdo a lo relatado por el primero, el uruguayo desarrolló una fijación inusual y hasta obsesiva por su persona y a la vez negó haber sido partícipe en el esquema del lavado de activos producto del tráfico de drogas.
En su declaración, recordó el primer encuentro con Marset, cuando este visitó el taller propiedad de González Zárate, a efectos de la colocación de un parabrisas para la camioneta del uruguayo, que tenía carácter de urgente.
A partir de ese momento, Marset promovió un vínculo cercano tanto con González Zarate, como con el personal a cargo de este, a partir de la afinidad hacia el fútbol y la mecánica automotriz.
En ese orden de ideas González afirmó jugar al fútbol desde los 7 años e incluso practicarlo de manera profesional, jugando en el 3 de Febrero de CDE, como en el exterior.
Este hecho, según el acusado, despertó un inusitado interés del uruguayo, hasta tornarse casi obsesivo, “si era por él 24 horas al día jugaría fútbol, era loco por mí, tenía miedo que esté enamorado, no me dejaba en paz”, relató.
Esta afinidad se fue acrecentando a tal punto de que Marset, pidió a González, utilizar su taller para que el mismo pinte una camioneta para su esposa, adquiriendo un soplete especial para el efecto ,
Es así que Marset viendo las capacidades y el prestigio de González en lo que respecta a la reparación de vehículos, propone la apertura de un taller en Asunción, y hasta mencionar planes de expansión hacia países como Argentina, Bolivia y Emiratos Árabes, según la visión del uruguayo.
A partir de que el proyecto cobra fuerza, ambas personas emprenden la búsqueda de un local donde asentar el taller, tras un primer fracaso, contactan con Alberto Koube, propietario del grupo Tapiracuai quien alquila un local para lo que sería Total Cars, Asunción.
En su declaración, González dijo estar sorprendido por las dimensiones del establecimiento, comparándolo con un shopping más que un taller mecánico.
Seguidamente, comentó que Total Cars comenzó a operar en Asunción con el padre y el hermano de Sebastián Marset en la parte administrativa, mientras que González Zárate lideró la parte operativa.
El acusado negó haber sido partícipe del lavado de dinero tal y como refiere la acusación del Ministerio Público, a tal punto que con el tiempo Total Cars comenzó su declive e impactó negativamente en su persona, todo esto debido a que Marset, se desentendió del taller y dio rienda suelta a su obsesión por el fútbol.
“Total Cars empezó a entrar en crisis no se pagaba a los funcionarios, tampoco a los proveedores, compró un club de fútbol Capiatá, después a todos los jugadores de Capiatá, les trajo a Rubio Ñu, donaba autos a nombre de Total Cars y yo no sabía”, refirió.
Para el acusado, resulta llamativo que ninguno de los involucrados del plano futbolístico relacionado a Marset, estén fuera de la acusación.
La audiencia continuará el jueves 14 de diciembre a las 08:30 horas