Las abogadas Mirta Moragas y María José Durán advirtieron que recurrirán a instancias internacionales si se extingue la causa contra el sacerdote Silvestre Olmedo, acusado y condenado por de abusar de Alexa.
Este miércoles 21 de setiembre se cumplen seis años de haberse iniciado la causa por acoso sexual contra el religioso, quien fue condenado por el hecho punible de Abuso sexual. Las abogadas Mirta Moragas y María José Durán, en representación de Alexa Torres, exigen a la Corte Suprema de Justicia que se revoque el sobreseimiento definitivo y la prescripción de la causa, caso contrario recurrirán a instancias internacionales.
Es por ello que las abogadas se presentaron el día de hoy con una corona de flores, a modo de simbolismo, a protestar que la Sala Penal está dejando morir la causa contra el religioso y reclamaron que se haga justicia para Alexa.
“Desde mayo de este año la Corte tiene un recurso de casación donde solicitamos que anule la decisión del Tribunal de Apelaciones por la cual se declaró la prescripción de la causa y sobreseyó a Silvestre Olmedo. Le pedimos que confirme la sentencia condenatoria de primera instancia. El expediente está en riesgo serio de extinguirse”, advirtió la abogada Mirta Moragas.
“Si se extingue, vamos a recurrir a instancias internacionales, porque eso sería una impunidad total, a pesar de que se pasó por dos juicios orales y se tuvo la plena certeza de los hechos y la reprochabilidad”, anunció.
Hasta el momento no se resolvió una casación presentada contra un fallo de un Tribunal de Apelación que declaró la prescripción del caso. “Esto es un calvario que Alexa lleva casi seis años soportando por parte de la justicia paraguaya”, agregó su defensora.
Antecedentes
En su momento, Olmedo admitió haber manoseado a la víctima. Esta realizó la denuncia del caso ante el Decanato 9, instancia supervisora de la parroquia San José de Limpio y cuyo encargado en ese momento era el padre Dionicio Echagüe. Según el relato de la víctima, Echagüe le prometió investigar.
Debido a que la investigación no avanzaba, la joven acudió al arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, quien supuestamente le dijo que se debe “cuidar la dignidad del sacerdote”, además de pedir “respeto y oración” por él. Valenzuela también desató la crítica popular cuando en relación a este caso expresó a un grupo de jóvenes que defendía a Alexa que no hicieran “de una piedrita una montaña”.
El año pasado, cuando el caso llegó por primera vez a juicio oral, quedó probado que el hecho de acoso sexual existió. Sin embargo, el Tribunal de Sentencia, integrado por los jueces Leticia de Gásperi, Dina Marchuk y Hugo Segovia Villasanti, en un fallo dividido resolvió absolver al cura.
El fallo dictado en agosto pasado fue apelado por la querella adhesiva y el Tribunal de Apelaciones de San Lorenzo anuló la absolución y ordenó la realización de un nuevo juicio oral. La determinación de anular la absolución del párroco se basó en la errónea interpretación que realizaron los jueces Marchuk y Segovia con respecto a la palabra “hostigamiento”, fundada meramente en el significado lingüístico e ignorando la normativa internacional, así como la supuesta inexistencia de autoridad o influencia de Olmedo.
El Tribunal, en sus argumentos, consideró varios temas que sirven para el avance de los derechos de las mujeres. Entre ellos, que los tribunales deben considerar los instrumentos internacionales al fallar casos de violencia contra las mujeres; que deben dejar de recurrir al diccionario cuando cuentan con otros elementos más pertinentes como instrumentos internacionales ratificados por el Estado y que un solo manoseo puede ser considerado acoso.
