La Corte Suprema de Justicia designó a los abogados que a partir de tal disposición ejercerán como jueces de Primera Instancia en lo Civil y Comercial, fueros con alta demanda de expedientes y de alta exigencia.
Para el cargo de Juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Undécimo Turno, el Consejo de la Magistratura remitió la terna compuesta por los abogados, Adriana Belén Ferreira Cáceres con 524,54, Diego Alejandro Torres Sandoval 493.89 y Eduardo Nicolas Fernández Benitez 443,38
El Ministro Alberto Martínez propuso a Torres Sandoval, a quien reconoció su recorrido en el sistema de justicia, en atención a que es actuario desde el año 2018 en dicho fuero, “el hecho que sea actuario en ese mismo juzgado habla a las claras que está en ejercicio de lo que a pasar a resolver como magistrado”, expresó.
Precisó que ha sabido ocupar varios cargos previos, además de su vasta formación jurídica y la lista de diplomados lo acreditan, “no sólo he hecho un estudio de antecedentes, sino también de la muy buena fama que le precede como persona y como funcionario, estimo que nos vamos a equivocar con él”, agregó.
El preopinante resaltó a su vez la terna remitida por el Consejo, reiterando a su vez que a Torres Sandoval la aguarda un cargo complicado y pesado, pero que contará con el apoyo irrestricto de la Corte Suprema de Justicia.
En ese orden de ideas, se pronunció el Mtro. Eugenio Jiménez Rolón, reconociendo la buena fama también de Nicolás Fernández Benítez, otro de los ternados, y espera que siga concursando para llegar a cargos judiciales.
Juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Cuarto Turno de Capital
Para dicho cargo el pleno de la Corte Suprema de Justicia analizó los perfiles de los abogados Shirley Rossana Rios Parquet 508,94, Federico Tomás Gómez Giménez 485,9 y Marcelo Rocholl Salinas 415,44, donde Martínez Simón mocionó por Gomez Giménez y el Dr. César Garay propuso a Rocholl Salinas, resultando este último designado con 6 votos.
Durante las fundamentaciones, ambos consideraron que se trató de una terna por demás didíficl de resolver en atención a las virtudes profesionales y personales de los propuestos, sumado al hecho de que han sido también relatores y actuarios, sin embargo la necesidad de elegir a uno, no mengua los méritos de los restantes, coincidieron.