Los imputados Dany Durand y Fernando Román Fernández habrían actuado como ideólogos y directores de las acciones criminales emprendidas para obtener fines presuntamente ilícitos. Los demás miembros de la asociación, que eran sus familiares, habrían respaldado y apoyado emprendimientos, especialmente para completar la conformación de las personas jurídicas. Esto era indispensable para el funcionamiento de las firmas, habilitadas a la toma de decisiones, que habrían dado forma a los hechos punibles, presuntamente perpetrados, revela la imputación de la fiscala Alba Delvalle, en el caso más conocido como “Mocipar”. Los demás imputados son: Marcela Durand Martínez, Luz Marina González de Durand, Diana Teresita Britos Ocampos de Román, Favio Britos Ocampos, Myriam Teme Buscio y María Cristina Coeffier Villalba.
La imputación explica que la causa tuvo su origen en las denuncias realizadas por clientes de la empresa “Mocipar Hogar SA”, “Mocipar Propiedades SA” y “Mocipar Automotores SA”. La investigación por la falta de entrega de los bienes comprometidos a los clientes de las empresas grupo Mocipar, y la averiguación de los motivos por los que Dany Durand, así como las empresas vinculadas a él y Frenando Román aparecen como acreedores en la quiebra de Mocipar Automotores y Mocipar Propiedades, dieron lugar al surgimiento de indicios acerca de la presente comisión de otros ilícitos por parte de los imputados.
LA ASOCIACIÓN CRIMINAL
El grupo Mocipar, que reunía un conglomerado de firmas y cuya representación era ejercida por Dany Edgar Xavier Durand Espínola, Fernando Román Fernández, Marcela Adriana Durand Martínez, Diana Teresita Britos Ocampo de Román, Favio Britos Ocampo y María Patricia Espínola Durand, operaba normalmente en plaza, hasta que decidieron organizar una estructura, valiéndose para el efecto de la organización empresarial conformada por ellos, con el presunto propósito de realizar varios hechos punibles, como ser estafas a sus clientes y evasión de aportes a la seguridad social, confluyendo todos ellos, finalmente en las conductas indebidas en situaciones de crisis y conducente a la quiebra, así como en hechos de estafa en los propios juicios de quiebra, por lo que al parecer la organización se habría mantenido hasta el año 2022, según el escrito presentado por la agente del Ministerio Público.
La estructura habría sido organizada jerárquicamente, ya que si bien, la conformación de las personas jurídicas que integraban el grupo Mocipar, ponía a todos sus miembros en pie de igualdad, por ser todos ellos directivos, en la realidad, la alta gerencia habría estado dirigida por las presuntas cabezas de organización, los señores Dany Durand Espínola y Fernando Román Fernández, en torno a los cuales giraban las actividades de su respectivos familiares, dice el escrito presentado por la fiscala Delvalle en el caso, apunta Delvalle.
De esta forma, un segmento de la organización se hallaba integrado por Dany Durand, Luz Marina González de Durand, esposa de Dany Durand; Marcela Durand Martínez, hija de Dany. El otro segmento lo conformaron Fernando Román Fernández, Diana Britos Ocampo de Román y Favio Arturo Britos, cuñado de Fernando Román y hermando de Diana. Ambos segmentos operaban en forma coordinada y armónica, dándose de esta manera, una suerte de división del trabajo, con miras a lograr los objetivos del conjunto.
Para la consecución de fines presuntamente ilícitos, los imputados Dany Durand y Fernando Román Fernández habría actuado como ideólogos y directores de las acciones criminales emprendidas. Por su parte, los demás miembros de la asociación, habrían respaldado y apoyado emprendimientos, especialmente completando la conformación de las personas jurídicas, lo cual era necesario e indispensable para el funcionamiento de sus empresas, habilitando así a las mismas para la toma de decisiones, que habrían dado forma a los hechos punibles, presuntamente perpetrados, resalta la imputación por asociación criminal presentada por la Fiscalía.
