El Departamento de Justicia de Estados Unidos rechazó publicar el atestado con el que se justificó la petición de registro de la casa de Donald Trump. La Fiscalía considera que su conocimiento perjudicaría la investigación.
El fiscal general, Merrick Garland, respondió a la petición de numerosos medios de comunicación que solicitaron hacer público el documento.
El atestado o afidávit es un informe donde la fiscalía argumenta cuáles eran los indicios de delitos para proceder al registro de Mar-a-Lago, la mansión de Donald Trump en Palm Beach (Florida).
La Fiscalía asegura que publicarlo permitiría conocer no solo la hoja de ruta de la investigación sino información clave sobre los testigos del Gobierno. “Siguen existiendo razones de peso, incluyendo la protección de la integridad de una investigación policial en curso que implica seguridad nacional, que apoyan el mantenimiento del afidávit bajo secreto”, argumentaron desde el Departamento de Justicia.
Informantes que podrían ser parte del círculo del exmandatario y que rechazarían volver a colaborar si su identidad es revelada. “El Gobierno tiene un interés imperioso y primordial en preservar la integridad de una investigación criminal en curso”, argumenta. Su respuesta permite saber que el atestado “contiene, entre otros hechos de la investigación críticamente importantes y detallados: información altamente sensible sobre los testigos, incluidos los testigos entrevistados por el Gobierno, técnicas de investigación específicas e información que la ley exige que se mantenga en secreto”.
Aun así, solicita que, en caso de que el juez permitiera la publicación parcial del atestado, le permita sugerir qué fragmentos proteger.
Anteriormente el juez permitió que se publicará la orden de registro, al estar de acuerdo tanto la fiscalía como el grupo de abogados de Trump.
Según reveló la orden judicial el pasado viernes, el registro en casa de Trump el lunes de la semana pasada tenía como objetivo encontrar documentos clasificados que el exmandatario sacó de la Casa Blanca cuando abandonó el poder en 2021.
Además se dio a conocer que al expresidente republicano se le investiga al menos por tres posibles delitos que son Violación de la Ley de Espionaje, Obstrucción de la Justicia y Destrucción de documentos, que, en caso de condena, podrían conllevar desde multas hasta penas de prisión e inhabilitación para ocupar cargos políticos.
Entre la documentación requisada figuran 26 cajas y varias carpetas de documentos y fotos con las etiquetas de «alto secreto» o «confidencial», uno de ellos bajo el título «presidente de Francia» y otro sobre la petición de indulto de Roger Stone, confidente de Trump.
El viernes pasado, un grupo de congresistas republicanos exigió al fiscal general, Merrick Garland, que explicara cuál es la presunta «amenaza nacional» que propició ese allanamiento.
Otras peticiones
En paralelo a la solicitud al juez realizada por los medios de comunicación, congresistas tanto del Partido Republicano como del Demócrata han solicitado que se conozca el contenido del atestado.
Los abogados de Trump, por su parte, han pedido al juez que devuelva documentos incautados que violarían el derecho de defensa del expresidente, el llamado privilegio abogado-cliente, aunque no han especificado a qué tipos de documentos se refieren ni han dado ninguna prueba de ello.
“Se acaba de saber que el FBI, en su ya famosa redada de Mar-a-Lago, se llevó cajas de material privilegiado abogado-cliente”, tuiteó Trump poco después de que Fox diese la noticia. Y añadió: “Solicito respetuosamente que estos documentos sean devueltos inmediatamente”.
Trump en una entrevista declaró que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para ayudar “porque la temperatura tiene que bajar en el país”. “Si no es así, van a ocurrir cosas terribles”, ha añadido. En esa misma entrevista ha sugerido que el FBI puso pruebas falsas en su casa y que es víctima de una caza de brujas.
Fuente: EL PAÍS y Euronews.