Eusebio Torres Romero, considerado como uno de los jefes policiales encargados de torturar a opositores del régimen de Alfredo Stroessner, afronta juicio desde hoy por haber torturado a tres personas – entre ellos una embarazada – por supuestamente estar vinculados a un movimiento que pretendía derrocar la dictadura.
El exjefe policial está acusado por el hecho punible de Tortura (Art. 309 del CP) en calidad de autor, del cual resultaron víctimas Carlos Ernesto Casco, su esposa Teresa Aguilera de Casco y su hermano Luis Alberto Casco.
De acuerdo a la acusación, Carlos Casco fue detenido en abril de 1976 en el puerto de Asunción, cuando se encontraba en una embarcación paraguaya proveniente Corrientes, Argentina, para luego ser derivado al Departamento de Investigaciçón de Delitos de la Policía, con sede en la capital del país, donde fue torturado por el agente policial Camilo Almada Morel y Virgilio Benítez, entre otros.
Al segundo o tercer día de su detención ilegal, apareció el Crio. Eusebio Torres, encargado de los interrogatorios y las declaraciones indagatorias. “Ante la falta de respuestas de algunas preguntas, la víctima era golpeada por Eusebio Torres con cachiporra, por el hombro y la nuca, además lo amenazaba con matar a su esposa, la señora Teresa Aguilera”, refiere la acusación que fue leída en el juicio.
La víctima permaneció en esa dependencia policial hasta el 16 de septiembre de ese año, 6 meses, hasta que fue trasladado al Penal de Emboscada, donde quedó privado de su libertad hasta agosto de 1978.
Por su parte, Luis Alberto Casco fue detenido también en abril del 1976 en Villarrica y trasladada a la sede de Investigación de Delitos de Asunción, donde fue fichado y llevado a una pieza del segundo o tercer piso, “donde fue torturado, le aplicaron corrientes eléctricas (picanas), lo sumergieron en una pileta, por oficiales de policías; a consecuencia de las torturas, perdió sus dientes”. El acusado presenciaba y dirigía las torturas. Permaneció detenido en una pequeña celda por varios días junto a otros presos para luego ser trasladado a Emboscada, donde quedó recluido hasta junio del 76.
Teresa Aguilera de igual manera fue detenida en abril de 1976, cuando estaba embarazada de seis meses. Fue tomada por agentes policiales cuando se encontraba en la vía pública, en la ciudad de Encarnación y posteriormente llevada a Asunción, a la misma dependencia policial donde “sufrió todo tipo de atrocidades, abusos y vejámenes por parte de agentes policiales”. Fue torturada tanto física como psicológicamente por Eusebio Torres, quien la amenazaba con asesinar a su esposo. Luego fue llevada al penal de Emboscada.
En agosto de ese año fue llevada al Policlínico Policial donde dio a luz a su primer hijo, sitio en el cual fue maltratada por el personal del hospital, incluidos los médicos, posteriormente fue llevada nuevamente a Emboscada. Recuperó su libertad recién el 16 de noviembre.
Estas personas fueron torturadas porque el acusado quería que manifiesten su relacionamiento con Jorge Zavala o Carlos Braña, pertenecientes a una organización política contraria al gobierno dictatorial, explicó la fiscal del caso, Sonia Sanguines.