El actual camarista de San Lorenzo y exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad Sudamericana, Oscar Rodríguez Kennedy, declaró ayer como testigo ante la fiscala Patricia Sánchez. En la ocasión, ratificó que es su firma la que aparece en el título de abogado del senador Hernán Rivas. Recordó, que, en el 2020, cuando estaba como camarista de Asunción, le visitó en su despacho el legislador para apurarle que firme su diploma. También brindó su testimonio la exsecretaria, Nancy Barúa, quien manifestó que los anteriores dueños de la casa de estudios se manejaron con “mucha desprolijidad”. La diligencia se hizo en el marco de la investigación presentada por la fiscala Casse Giménez, suspendida en el cargo.
Es en el marco de la investigación de presunto título falso del senador Hernán Rivas, como del diputado y presidente del Jurado de Enjuiciamiento, Orlando Arévalo, denunciado por la fiscala Casse Giménez, actualmente suspendida en sus funciones. Declararon el decano de la Facultad de Derecho, Óscar Rodríguez Kennedy y la secretaria general de la Universidad Sudamericana, Nancy Barúa.
El camarista en lo Penal, Óscar Rodríguez Kennedy, refirió en su declaración que firma que está en el diploma de abogado del senador Hernán Rivas es suya.
Explicó en su declaración que cuando estuvo en el Tribunal de Apelación en lo Penal Cuarta Sala, Capital, en el 2020, Rivas lo visitó en su despacho para apurarle que firme su título de abogado y que él le respondió que ya había firmado. Añadió que le recomendó a Rivas que tenía que apurar el registro y jurar ante la Corte para obtener la matrícula.
El apuro de Rivas para obtener su título, jurar ante la Corte y obtener su matrícula, habría sido para asumir como miembro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, en representación de la Cámara de Diputados, de la cual formó parte en ese momento.
Rodríguez Kennedy se incorporó en el año 2013 a la Universidad Sudamericana, en la que se desempeñó como docente en la materia de derecho penal. Agregó, que, en su carácter de Decano de Derecho y Euclides Acevedo como rector, decidieron cerrar todas las filiales por “desprolijidades” en el manejo.
Nancy Barúa, quien era secretaria general de la Universidad Sudamericana, por su parte, explicó que los dueños anteriores de la Universidad Sudamericana eran la familia Acuña, que tenían un manejo muy desprolijo, nada tenían informatizado, salas llenas de documentos y que cuando asume la nueva administración, varios títulos tenían que firmar debido a que estaban terminando su carrera.