El Tribunal de Sentencias, presidido por el juez Víctor Alfieri e integrado por los jueces Alba González y Darío Báez. Absolvió al exfiscal del Estado Javier Díaz Verón y a su esposa María Selva Morínigo, por enriquecimiento y lavado. En una inesperada resolución, el juez Báez cuestionó duramente la investigación de la Fiscalía, los peritaje a y hasta aseguró que el Estado Paraguayo debe pedir disculpas al matrimonio.
Al inicio de la lectura de la sentencia, el presidente del Tribunal, Víctor Alfieri comentó que en esta causa hubo pericias admitidas en el auto de apertura. la pericia principal, en la cuales se basó la acusación y el auto de apertura, en la de Javier González, quien en juicio tuvo tres días de exposición y presentación.
“Se lo notó con falta de regularidad en tomar ciertas cuestiones”, dijo el presidente del Tribunal y agregó que el periodo “decidió algunas cuestiones si incluía o no en su pericia” lo que causó que hayan tropezado durante el estudio “con cuestiones claras”
En ese sentido, mencionó que la pericia de González se basa en una pericia anterior, la cual llega a una conclusión distinta, motivo por el cual tuvieron que analizar cuidadosamente ambas y sobre el punto afirmó que “llegamos a la conclusión que no nos hacen poder determinar con convicción suficiente para llegar a un estado con respecto, porque es una cuestión de declaraciones de presentación de dictámenes y de más de los bienes de una persona”.
Por su parte, el juez Darío Báez, dijo que hubo una larga serie de pruebas que incluso hacen a la intimidad de los acusados, que fueron acusados y refirió que “muchas de las partes no se han concentrado en las partes que sí son importantes”.
Como ejemplo citó el informe del Tribunal de Cuentas que “ha acordado cada una de las acciones realizadas por Diaz Verón al frente de la institución”.
También mencionó que no hay siquiera una denuncia en una comisaría, o juicio, ni siquiera una denuncia en mesa de entrada en el Ministerio Público y tampoco precedentes que haya administrador de forma deficiente para beneficiarse económicamente.
Prosiguió diciendo que aun teniendo datos precisos del Tribunal de Cuentas, del Ministerio Público, sumado a otras dos instituciones como la Contraloría, que “no hace una sola observación negativa en toda la administración de Díaz Verón y en sus declaraciones juradas, que nos pueda llevar a algún indicio de hecho punible”.
La otra institución es Seprelad, que se pronuncia y dice que no tiene ninguna operación sospechosa relacionada a Javier Díaz Verón.
También habló del peritaje del Arq. Mateo Nakayama, y mencionó que se constituyó a la estancia Lagunitas y en ese sentido, expuso que en su trabajo pericial “empieza a explicarnos y darle valor al monto de casa principal, galpones, tajamares, con una pequeña cuestión, el mismo le coloca fechas, valores, como si fuera que Diaz Veron haya construido esto”.
Subrayó como “primera mentira” de la pericia de Nakayama la instalación de la pista de aterrizaje en la estancia Lagunitas, que según el perito, fue instalado durante el periodo de investigación, es decir en 2008, pero las pruebas de la defensa, basadas en imágenes satelitales de Google Maps, demuestran que ha estado varios años antes.
“El perito también habla de tajamares, pozo artesiano, que también salen en Google Maps y salvo que la defensa haya sido hábil, como se trató de plantear, que la defensa haya modificado en Google Maps, lo que este Tribunal cree imposible y hasta una ofensa”, exclamó.
Afirmó que se nota “la malicia y mala intención” del perito al expedirse sobre las refacciones de la casa del matrimonio.
CONTRADICCIONES E IMAGINACIÓN
Siguiendo con su inesperada resolución, el juez Báez abordó la pericia de Javier González, en el cual se basó la acusación, el alegato inicial y final. “Este trabajo es muy particular porque en la página que abras hay una contradicción o una imaginación del perito. Es muy peligroso que esto tengamos nosotros dentro de nuestro sistema de justicia”.
Entre otras cosas, mencionó el apartado sobre la venta de ganado, donde el perito hace mención a una transacción realizada con parientes del matrimonio, que califica de ingreso fidedigno pero resulta dudoso. “El perito hace volar su imaginación y ‘dice podría ser’. Estas son suposiciones que no podrían llevarnos a buen puerto jamás” y agregó que estas suposiciones solo las hace cuando perjudica a Díaz Verón “y se repite a lo largo del peritaje”.
Otro de los puntos resaltados por el juez Báez fue respecto a la pericia los gastos personales y familiares, y sobre el punto, dij que “el perito fue más malicioso al aplicar el mismo porcentaje y a ambos acusados”, es decir 65%, “elevando los gastos imaginarios” de esta forma.
Mencionó que “en otro juicio, el mismo perito utilizó el mismo porcentaje en Luis Romero Pintos y Nancy Chamorro sobre Enriquecimiento y ese Tribunal no consideró darle validez a ese peritaje”.
EL ESTADO DEBE PEDIR PERDÓN
En uno de los momentos más polémicos, el juez Báez trajo a colación las últimas palabras antes de la sentencia del acusado Díaz Verón, en las cuales dijo que era una persecución de Sandra Quiñónez.
“Hoy no se puede permitir y la norma da apoyo, a que porque no nos guste por A o B motivo, tenga que ser juzgado e ir a juicio y tenga que estar 8 años privado de libertad”.
Prosiguió diciendo: “Esta inseguridad jurídica por una situación, tal vez la mencionada por Díaz Verón, es la que tenemos que romper como jueces de la República del Paraguay. Condenar a una persona por el cargo que ocupada… ‘No queremos condenar a Díaz Verón, queremos condenar a una persona que ocupó el cargo de Fiscal General para que sea un ejemplo’, eso es lo que se estuvo diciendo en este juicio y nosotros no estamos para eso, estamos para redireccionar el sistema de justicia porque si no lo hacemos, convertitríamos un sistema lejos de lo que podemos considerar justo”
Acto seguido, afirmó que en esta causa hubo una “falta total de investigación y determinación de causas. Tenemos una investigación deficiente que nos ha llevado a tratar de confundir al Tribunal y sociedad entera”.
Adelantó la decisión de absolución con la siguiente premisa: “Tenemos que decir que la absolución de una persona bajo estas circunstancias no significa impunidad. Los jueces, si no aplicamos la ley, vamos a cometer la mayor injusticia”.
“El Estado Paraguayo en realidad debe pedirle disculpas a las dos personas presentes, Díaz Verón y María Selva” exclamó y reprochó que hayan sido separados “en cárceles distintas, eso no es poca cosa, se los separó de sus hijos pequeños, eso no se hace, no se hace por más que queramos condenarle a alguien porque tiene el cargo de Fiscal General, o porque queramos participar en su terna, pero evidentemente le han cobrado muy caro, señor fiscal”.
“Después de estas disculpas que no solo nosotros tenemos que darles, sino que hay otra gente que tiene que pedirles disculpas y a su familia”, expuso que El Tribunal llegó a una “certeza absoluta” de la absolución de ambos.
En cuanto a las costas, refirió finalmente que no las impone a la Fiscalía, al reconocer que hubo una “malicia extraordinaria” en las pericias de Mateo Nakayama y Javier González, cuyos antecedentes fueron remitidos al Ministerio Público.
