Luis Lezcano Claude, exintegrante de la máxima instancia judicial apuntó a la necesidad de una renovación total del sistema de justicia, iniciando desde la cabeza con un reordenamiento en la duración de mandatos, como también la independencia real y concreta de la justicia con relación a poderes políticos y económicos.
El reconocido especialista hizo un abordaje integral sobre la situación de la justicia en el país, tomando como referencia las palabras del Dr. Juan Carlos Mendonca en ese mismo ámbito. Ambos profesionales coincidieron en revisar lo relacionado a la inamovilidad de los ministros de la Corte Suprema, cada uno desde su apreciación y sus elementos conceptuales.
“Creo que sería mejor antes que ese régimen vigente de la inamovilidad ad inicio desde el nombramiento de los ministros de la corte hasta los 75 años en algunos casos es un tiempo demasiado prolongado, me parece que es mejor un periodo único que podría de diez años a lo mejor doce, como máximo 15 un solo periodo y luego la persona que ejerce el cargo se tiene que retirar con una jubilación”, detalló el profesional.
A su criterio, de esta manera se dará una renovación natural al finalizar un único periodo y se evita la amenaza permanente del juicio político desde las cámaras del Congreso tanto en Diputados como órgano acusador y la Cámara de Senadores como órgano de destitución.
En otro momento, Lezcano Claude sostuvo que este modelo garantiza a su vez la independencia y la imparcialidad de los miembros de la Corte Suprema de Justicia.
En cuanto a la conformación del órgano cabeza del Poder Judicial, el exministro fue enfático en la necesidad de una depuración de la política partidaria en su seno, consideró inadmisible que ministros respondan a sectores políticos partidarios.
“Sería deseable que se comprendiera el papel de los magistrados es decir esa idea de que los sectores políticos tienen que tener el ministro del partido, eso tiene que desaparecer, esa idea de que hay tener ministros colorados, liberales o de una tercera fuerza es importante que desaparezca y se sepa que la corte es un órgano cabeza de un poder del Estado, y que tiene actuar como un órgano jurisdiccional independiente e imparcial”, dijo.
Así también abogo por una profunda reformar judicial, pero para ello se requiere una corte dispuesta a hacer cambios radicales, no solo uno, sino al menos cinco miembros.
“La cantidad mayor de ministros dispuestos a cambios radicales permite enfrentar todo tipo de presiones particularmente las más fuertes que vienen de otros órganos del estado, sectores políticos, uno de los puntos principales es ponerse firme ante esas presione y las que puedan venir de sectores de poder económico”.