La fiscal Carolina Rosa Gadea imputó a un hombre sindicado de cometer un hecho de doble homicidio en la zona de Minga Guazú y al mismo tiempo requirió al Juzgado de Garantías que declare su rebeldía. Se trata de Florentín Borja Segovia (51), quien permanece prófugo de la Justicia. Paralelamente, la representante del Ministerio Público también abrió un proceso contra su yerno Edgar Jonás Ayala Rotela (24), quién lo habría ayudado a escapar.
Según la investigación, el doble crimen ocurrió el 21 de agosto pasado, a las 19:00 horas, en el barrio San Felipe del kilómetro 20 Acaray del distrito minguero, durante una manifestación de vecinos contra la instalación de una antena de telefonía en la propiedad del presunto asesino.
Aquella vez, un grupo de pobladores organizó la protesta pacífica, buscando evitar que se concrete la colocación de la torre en el lugar. Pero, Borja Florentín reaccionó violentamente, sacó un arma de fuego y efectuó varios disparos contra los manifestantes.
Varios de los proyectiles impactaron en Oscar Daniel Martínez Barrios (53) y Adriano Rojas Martínez (59), quienes cayeron heridos. Seguidamente fueron auxiliados y trasladados hasta el Hospital Distrital del kilómetro 16, donde llegaron sin signos de vida, según los datos.
Posteriormente, por disposición fiscal, la médica forense, Dra. Ramona García, inspeccionó los cuerpos. La profesional constató que el primero de ellos sufrió tres heridas de proyectiles y el segundo dos impactos. Ambos fallecieron por «hemorragia aguda por herida de arma de fuego», conforme al diagnóstico forense.
El presunto homicida, tras consumar el hecho, se dio a la fuga a bordo de una motocicleta marca Honda, chapa 65-AAGL Py, guiada por su yerno Édgar Ayala Rótela, quien minutos más tarde regresó a la casa de su suegra a bordo de una motocicleta. En ese momento, una turba de personas evitó que se procediera a la incautación de la moto por parte del personal policial, siendo quemada en la vía pública.
Los intervinientes procedieron a la aprehensión del mismo y tras una inspección corporal se encontró en su cintura un revólver lustre cromado, con mango de madera, sin marca visible, procedencia brasileña, calibre 38 mm, con seis cartuchos vivos, y un celular iPhone, que quedaron incautados. Según el comisario López, no es el arma utilizada para los disparos que cegaron la vida de los dos vecinos del barrio San Felipe.
Ayala Rotela dijo que llevó a su suegro hasta el km 19 lado Acaray a un templo denominado Trompeta de Dios, donde llegó el personal policial y ya no encontró al supuesto autor del doble homicidio.
Al tomar intervención en el caso, la fiscal Carolina Gadea ordenó la detención preventiva de Florentín Borja Segovia y ahora presentó la imputación en su contra con el requerimiento de rebeldía. Asimismo, solicitó su prisión preventiva una vez que sea privado de libertad.
Igualmente, la fiscal inició una investigación en contra de Edgar Jonás Ayala Rotela por la supuesta comisión del hecho punible de frustración de la persecución y ejecución penal. La representación pública solicitó su prisión preventiva, al considerar la gravedad del hecho.