El futbolista brasileño condenado a 4 años de cárcel por agresión sexual en una discoteca de Barcelona, deberá pagar una fianza de un millón de euros a fin de obtener la libertad provisional, sujeta a su vez a varias reglas de conducta.
Así lo dispuso la Audiencia de Barcelona cuya argumentación apunta a que el riesgo de fuga se ha disminuido teniendo en cuenta que el deportista reside en la capital catalana.
Alves solo podrá salir de la cárcel de Brians 2 (Barcelona), donde permanece desde hace 14 meses, si abona una fianza de un millón de euros. Los magistrados consideran que “persiste cierto riesgo de fuga” y por eso le han impuesto, además, medidas cautelares para evitar que se marche de España mientras se resuelven los recursos interpuestos por todas las partes (Fiscalía, acusación y defensa) contra la sentencia, consigna el periódico español El País en su edición digital.
La defensa de Alves pidió su puesta en libertad provisional con el argumento de que ya ha cumplido una cuarta parte de la pena y de que el jugador no piensa marcharse. “Creo en la justicia, no huiré”, dijo el lateral brasileño en su declaración a través de videoconferencia desde Brians 2.
La Fiscalía y la acusación particular se opusieron a la medida con el argumento de que dispone de medios económicos para huir. La defensa argumentó, en cambio, que tiene domicilio y arraigo en Barcelona.