La Corte cambió ayer de autoridades con la elección de Luis María Benítez Riera como presidente; Gustavo Santander, la vice primera y Alberto Martínez Simón, la vice segunda. En la vice presidencia primera se dio un “golpe”, considerando que Santander construyó una mayoría para desplazar a Martínez Simón, que ya tenía cantado hace rato ese cargo. Por otro lado, se esperaba una “reorganización” en las superintendencias de las circunscripciones judiciales del país, considerando la vigencia de la nueva ley, en la cual se basó la designación de la cúpula que asumirá el 26 de febrero, pero que se ignoró para el nombramiento de los superintendentes. Los ministros se aferraron a sus feudos, en donde se sienten “dueños y señores” y manejan la designación de jueces y fiscales o el blanqueo de aquellos que actúan al margen de la ley y ocupan el cargo para enriquecerse.
La designación de Benítez Riera no fue una sorpresa. Su nombre se venía manejando hace rato, considerando sus buenas relaciones con el gobierno de turno. Lo que si llamó la atención fue la vicepresidencia primera, en donde una mayoría designó a Santander. El cargo ya era para Alberto Martínez Simón, que perdió la pulseada y se tuvo que resignar con la vice presidencia segunda. Es que el ministro, según los comentarios en el alto tribunal, no le “cae bien” a muchos de los colegas, debido a la soberbia con que se maneja. De hecho, que en una de las plenarias se escuchó decir al ministro Manuel Ramírez Candia, cuando se mencionaron nombres de dictadores, “…y Martínez Simón”, agregó en la lista.
LAS SUPERINTENDENCIAS
Luego de la designación de los integrantes de la cúpula de la Corte se procedió a la designación de los superintendentes de las circunscripciones judiciales del país. Así como establece la nueva ley aprobada por el Congreso y que fue impulsada por el entonces senador Pedro Santacruz y que tiene como objetivo reorganizar las zonas y evitar, lo que está ocurriendo desde hace años, que los ministros manejen a su “gusto y paladar” sus circunscripciones, en donde los que quieran ingresar al Poder Judicial sean como funcionario u operadores de justicia, tienen que tener su visto bueno.
Una fuente del Poder Judicial dijo: “Se imaginan que el ministro César Garay deje de ser superintendente de Presidente Hayes y Boquerón, que maneja desde que integró la Corte”. El caso de Garay es apenas un ejemplo, ya que también se superintendente de la circunscripción judicial de Itapúa.
¿Y la nueva ley?
La interpretación que hicieron los ministros es que la norma ahora entró en vigencia y es la primera vez que se designa a los superintendentes bajo su vigencia. En consecuencia, dentro de dos años tienen que volver hacer la designación de los superintendentes.
Las fuentes indicaron a El Observador que la idea de algunos ministros es presentar una inconstitucionalidad contra la ley, que va a ser estudiada por magistrados subordinados o aquellos ministros que no firmen o no estén de acuerdo con la presentación.
Según la decisión del pleno:
En Guairá continúan Luis María Benítez Riera y Manuel Ramírez C.
En Concepción, Eugenio Jiménez Rolón.
En Amambay, César Diesel.
En Alto Paraná, César Diesel.
En Caaguazú, Manuel Ramírez Candia.
En Ñeembucú: Benítez Riera y Alberto Martínez Simón.
En Misiones, Víctor Ríos.
En Paraguarí, Ríos y Gustavo Santander.
En Caazapá, Ramírez Candia.
En Cordillera, Alberto Martínez Simón.
En Presidente Hayes y Boquerón, César Garay.
En Canindeyú, Carolina Llanes.
En Central, Eugenio Jiménez.
En Alto Paraguay, Alberto Martínez Simón.
El vicepresidente de la Corte, Gustavo Santander, es el único que tiene a su cargo una circunscripción y la comparte con Ríos.