Durante la sesión plenaria de la Corte Suprema de Justicia, el debate giró en torno a las estrategias para hacer frente al crimen organizado, especialmente en las circunscripciones judiciales fronterizas. Hubo coincidencias en modificar aspectos que hacen a la presencia del Estado en la prevención y protección a los operadores de justicia, con un enfoque transnacional, sistémico y permanente.
Luego de la lectura del pronunciamiento oficial de la Corte Suprema con respecto a lo ocurrido con las juezas Mirna Ocampos y Vivian Quiñónez, cuyas residencias fueron atacadas a balazos el pasado 9 de setiembre.
Tras el acompañamiento del pleno, se profundizó en el debate sobre cómo enfocar la lucha contra la violencia y la seguridad, sobre todo en las fronteras, donde permean organizaciones criminales de carácter transnacional.
En ese sentido, la ministra Carolina Llanes, aclaró en primer término que el Poder Judicial, como los demás poderes del Estado tienen atribuciones bien definidas, no es un órgano de policía, y cada rol perfectamente especificado debe ser articulado en estos casos.”
“Esta situación sobrepasa las potestades del Poder Judicial y necesariamente requiere de un consenso de poderes para definir de manera más precisa, puntual, a nivel territorial en este caso, circunscripciones de frontera y algunas otras, donde los datos de criminalidad son más resaltantes, a los efectos de tomar medidas de prevención y protección a los operadores del sistema.”
“Muy fácilmente se endosa al Poder Judicial, potestades y responsabilidades de otros sectores o instituciones del Estado, es importante que en esta mesa de poderes se instale el tema del crimen organizado, también ajustar la política criminal en relación a medidas de protección y prevención, hace falta que el Estado tenga una presencia más fuerte en las circunscripciones de frontera donde este fenómeno se está instalando y fortaleciendo”, precisó la alta magistrada.
A su turno, el ministro Víctor Ríos resaltó la existencia de investigaciones que permiten un entendimiento sobre la penetración del crimen organizado y considera que el Estado debe marcar presencia con un enfoque diferente en atención a las características propias de este flagelo.
“El Estado además de esa presencia fuerte, necesita una presencia diferente en ciertos territorios, si bien el problema es nacional, hay territorios más comprometidos, como los fronterizos con el Brasil, donde el crimen organizado es transnacional, por lo tanto el Estado tiene que tener una presencia diferente a partir de las investigaciones que ya existen, hay teorías fundadas de cómo deben intervenir los estados”, señaló Ríos.
“Además del enfoque sistémico entre poderes, necesita un abordaje transnacional, si pensamos que solamente con una intervención, el Estado Paraguayo va solucionar solo el problema del PCC, estamos equivocados, porque el PCC ejerce su centro de poder desde el Brasil y por lo tanto hay que coordinar con autoridades brasileñas”, agregó.
“Verdaderamente es un peligro, es un estado mafioso profundo, que nos condiciona a todos, nosotros no vamos a rehuir de nuestra responsabilidad institucional, pero se necesita un abordaje, amplio, profundo, transnacional, sistémico y permanente por parte del Estado.”