Hay seis candidatos, pero solo dos lugares en la Cámara Civil de la Capital. Los padrinos, incluidos los propios ministros en algunos casos, quieren imponer sus candidatos. Llaman a la Corte políticos de diferentes partidos y hasta de la iglesia católica para abogar por los ternados de su preferencia. La puja es feroz.
En una de las ternas están Esteban Kriskovich De Vargas; la jueza Judith Gauto Bozzano y Guillermo Acevedo González. En la otra figuran la camarista itinerante, Antonia López, los jueces Hugo Garcete y José Miguel Villalba. Hay más de 100 ternas, incluidas las 20 con 1 integrante y 7 de dos, que están en la máxima instancia. Las presiones son fuertes. Se espera que los ministros elijan a los mejores y no a criticados y sometidos a ellos mismos o a los poderes económicos y políticos.
Kriskovich fue relator de la Corte, director de la Oficina de Ética del Poder Judicial, embajador ante el Vaticano, se postuló para la Corte y tendría fuerte respaldo de la Iglesia Católica, cuyos máximos representantes estarían hablando para su designación con los ministros de la Corte.
Kriskovich ya estuvo en una terna para la Cámara Civil de la Capital, pero le ganó la pulseada el juez Miguel Angel Rodas.
El ahora ternado es considerada un persona preparada, recta y honesta. Sin embargo, al parecer esas cuales no le importan mucho a la mayoría de los ministros, teniendo en cuenta que ya lo habían dejado fuera la vez anterior.
“El no le va hacer caso a nadie, ni quiera a los ministros y eso es un punto que tiene en contra”, dijeron fuentes.
La jueza en lo Civil, Judith Gauto es la otra integrante de la terna. Tiene una larga carrera como magistrada y estuvo antes como relatora de la Corte junto con Kriskovich.
No se pone en duda su honestidad, ni preparación. Lo que se le cuestiona es su “carácter difícil, complicado”. Los actuarios que trabajaron en el juzgado a su cargo, no lo hicieron por mucho tiempo. Tuvo denuncias por maltratos, en un caso incluso se le abrió sumario en Superintendencia.
Guillermo Acevedo González es asesor en una institución pública, pero busca ingresar al Poder Judicial. Contaría con el apoyo incondicional de los ministros Alberto Martínez Simón y Eugenio Jiménez Rolón. Acevedo ya estuvo en una terna, pero de la misma fue designado como camarista de Central, el entonces juez Joel Melgarejo. En aquella plenaria los ministros citados más arriba habían manifestado la preparación de Acevedo y prácticamente le prometieron un cargo en la Cámara, cuando se registraba otra vacancia.
La otra terna
Antonia López de Gómez, camarista itinerante y actualmente en la Cámara Civil, integra la otra terna. La magistrada contaría con el respaldo incondicional de algunos ministros de la Corte, a quienes demostró ser incondicional en procesos en los que dictó criticados fallos.
López de Gómez, por ejemplo, fue la que retasó los honorarios de los abogados Leticia Bóbeda y Rodrigo Galeano a US$ 4 millones, de G. 2.500.000. Y lo hizo luego de establecer, con base a publicaciones periodísticas, que los bienes de Darío Messer eran de US$ 300 millones. El Jurado de Enjuiciamiento le abrió una investigación.
La magistrada votó en contra de la transparencia al rechazar un amparo promovido por la Sociedad de Comunicadores contra Itaipú, para que provea información.
Estos dos casos son los últimos resueltos por López, quien también interinó el Tribunal de Apelación Penal de Capital, donde igualmente dictó criticadas resoluciones.
Hugo Garcete, el otro ternado, tiene una larga trayectoria como juez en lo Civil. No se cuestiona su honestidad, ni su capacidad.
El juez José Villalba todavía no cuenta con larga trayectoria como magistrado y además hay críticas a su gestión.