El Dr. Manuel Riera Escudero manifestó su especial preocupación por el debate en torno a la aplicación de la ley y sus alcances sobre la justicia real, desde una mirada filosófica aplicada sobre la actualidad del sistema judicial del país.
Riera Escudero expresó ─durante un evento de reconocimiento a su trayectoria por el Colegio de Abogados del Paraguay─, su preocupación, manifestando que cuando alguien dice que las reglas se subsumen y los principios se ponderan, “uno empieza a preguntarse, ¿estamos seguros en este sistema o no estamos seguros?”
Enfatizó que se encuentra asustado ante tal cuestionamiento, “tan asustado estoy que volví a recuperar mi viejo amor por la filosofía del derecho, en donde descubrí que aquella filosofía del derecho que nos enseñaban Paciello padre y Saguier… Norberto Boglio* dice el problema de la filosofía del derecho de entonces es que hacían filosofía del derecho los filósofo y no los abogados; la filosofía del derecho cambió el día que los abogados decidieron hacer filosofía de derecho y poner el derecho en el centro de la atención de los problemas filosóficos y sometieron a estrés las teorías del derecho en base a criterios filosóficos. Y ya el doctor Mendonca decía cosas que entonces no entendíamos y hoy en día empezamos a entender cuando decía ‘el derecho es el lenguaje, el derecho es una ciencia escrita’ y no entendíamos por qué para saber derecho había que estudiar teoría del lenguaje”.
Indicó que existe una preocupación “por la gente joven, la preocupación es por aquellos que quieren tener en el Poder Judicial lo que los romanos llamaban ‘el último refugio’. Me pregunto ¿tenemos el último refugio en el Poder Judicial en este momento con estas teorías neoconstitucionalistas en donde finalmente pretenden que todos los jueces aplican la Constitución? Y resulta que las normas establecidas en la Constitución ─como dicen los teóricos del derecho─ no son normas a todo o nada, son normas que establecen principios y la pregunta es ¿cómo se aplica a la dignidad humana? Es muy fácil decir “el que mata se va preso”, porque simplemente como dice García Amado: ‘Maté. La ley dice que tengo que ir preso; calza; subsume; se va preso’, pero cuando alguien dice el conflicto entre el derecho a la intimidad y el derecho a la información ¿cuál es el límite? Y entonces García Amado dice ‘se pondera’”.
Se refirió a la pregunta que hace García Amado, al igual que todos: “¿dónde está la balanza? ¿Quién conoce la balanza que pesa los principios para saber qué es lo que aplica el juez? Y más nos asusta cuando escuchamos a algunos jueces y te dicen ‘yo no aplico la ley, y yo hago justicia’ y desde Aristóteles hasta hoy, todavía no nos pusimos de acuerdo en qué es justicia”.
Puso especial énfasis en este cuestionamiento: “¿Qué es hacer justicia? Díganme cómo se hace justicia” y agregó que el juez no puede perder de vista la justicia, “es la Estrella Polar del juez; pero es la estrella polar, no es la ley que hay que aplicar. El juez debe aplicar la ley. Está prohibido juzgar el valor intrínseco de la ley. La discusión sobre si la ley es buena o la ley es mala, es un problema político, es un problema ideológico, es un problema judicial, pero resulta que últimamente estamos viendo que se reconocen en el derecho o en algunos jueces, ─para no meter todos en la misma bolsa─ la laguna axiológica y cuando aparece la laguna axiológica estamos metiendo normas valorativas que no están en la ley”.
Mencionó al filósofo del derecho, Dr. Moreno Rufinelli, quien dijo que el interés principal del derecho es la seguridad. “Es difícil en un auditorio de abogados, reconocer que es más importante la seguridad que la justicia; o es más fácil decir es justicia la seguridad jurídica; o es más fácil decir aplicar la Ley de Justicia. Para no entrar en el conflicto valorativo filosófico de qué es justicia; y los griegos eran fantásticos, pero te decían la justicia es el término medio entre la injusticia y la justicia. La pregunta es ¿cuál es ese término medio? Cuando Rasmus abandonó el positivismo después de ver el horror de los Holocausto en Alemania, desarrolló una tesis que están aceptando los profesores que dice ‘el juez debe aplicar la ley, pero ante una injusticia intolerable, deben apartarse de ella’; esto dijo Rasmus, es decir la ley deja de ser la ley y debe ser inaplicada cuando ella causa una injusticia intolerable, como eran las leyes del sistema nazi”.
Dirigiéndose a los presentes, preguntó “¿qué es injusticia intolerable? Porque son frases hermosas, pero son inasibles, no se pueden agarrar, no se puede establecer; habría que hacer como había dicho algún capítulo de un escrito de Bonin cuando comenzaba siempre diciendo ‘la mensura de la litis contestacio’ y definía el contorno del conflicto” y sobre esta cuestión, reflexionó que habría que mensurar y decir cuál es el contorno de la justicia y tolerable, “pero es una tarea en la que todos naufragaron, hasta hoy en día no es fácil de esto, pero la discusión continúa”.
“Yo les transmito esta preocupación y le transmití a algunos ministros de la Corte y le transmito a algunos jueces y a algunos camaristas, porque realmente si los jueces hacen justicia y no aplican la ley, ¡sálvese quien pueda! Y acuérdense que los actos judiciales tienen la cualidad de la cosa juzgada, se vuelven inmutables y que los errores judiciales son ley”, exclamó.
Alertó que permitirle a un juez que cometa un error por impericia, por desconocimiento o por otras razones “es una cuestión que debe interesarnos a todos los que habitamos este país y a los operadores de justicia como nosotros en particular y en especial”.