El supuesto narcotraficante detenido en Brasil, Marcus Vinicius Espíndola Marqués, no sólo tenía un trato frecuente con el exministro del Interior, Arnaldo Giuzzio sino también con su viceministro de Seguridad, Comisario General Pablo René Ríos, a quien trataba de «amigo», «hermano».
Así revela la imputación de los fiscales Osmar Legal y Alicia Sapriza contra el exsecretario de Estado.
Desde agosto de 2021, Ríos mantuvo asiduas conversaciones con Espíndola Marqués sobre inversiones empresariales y proyectos de seguridad del Ministerio del Interior.
Entre las múltiples conversaciones Marqués de Padua, le consulta a Ríos sí lograrían realizar inversiones en Paraguay y sobre la opinión de los «empresarios», a lo que Espíndola Marqués a través de un audio, le refiere que realizaron una conferencia de prensa, que aguardan octubre (2021) para la liberación en Brasil y así tener todo a mano para «venir» a Paraguay.
El supuesto narco incluso le pidió al entonces viceministro hablar con «representantes del poder» para realizar las inversiones ya que había «plata segura», pero que habría que tener «respaldo jurídico».
El juez José Delmás procesó ayer a Giuzzio, quien recusó a los fiscales que lo imputaron.
Según el acta de imputación Giuzzio en su carácter de ministro del Interior, mantuvo varios encuentros con Vinicius, en aquel entonces administrador de las empresas Black Eagle Group SA y Ombú SA, del rubro de blindaje para vehículos y elementos de protección para agentes de policía.
La investigación señala que Marcus Vinicius fue adjudicado con varios contratos para proveer a la Policía de Paraguay y al Ministerio del Interior, chalecos antibalas y otros elementos de seguridad, bajo la administración de Giuzzio, quien habría aceptado sobornos para favorecerlo como proveedor.