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Testimonios de las víctimas refieren amenazas, manoseos y abuso sexual

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La imputación contra Carlos Granada, exgerente de Prensa del SNT, por los hechos de acoso sexual, coacción sexual y coacción fue realizada con base en el relato de seis víctimas, quienes dejan al descubierto la forma en que eran abordadas, amenazadas, manoseadas y hasta abusadas sexualmente en sus puestos de trabajo. Una de las víctimas declaró que amagó atentar contra su vida, a causa del acoso que sufría a diario.

El fin de semana fue presentada la imputación contra Granada, producto de la denuncia presentada por sus víctimas – se presume que hay más seis – cuyos relatos exponen el tormento que significó trabajar bajo su mando. A continuación, presentamos los relatos más impactantes, contados por las víctimas, omitiendo cualquier referencia a las mismas para proteger sus identidades.

Una de las víctimas contó en su declaración que Granada, en una ocasión, la abordó con frases como: “Dios mío que lindo cuerpo que tenés!”, “¡Mira que lindas piernas, tus nalgas, tu cintura!” y también la tocaba sin su consentimiento, en el hombro, las manos, la cintura y hasta en las nalgas. En otra oportunidad, comenta, que el ahora imputado le tomó de la cabeza y la besó a la fuerza, apretándola contra él y le dijo “¡mira lo que sos!, porque me tenés miedo?, ¡usame! ¡aprovechame!”.

En varias ocasiones aprovechando su jerarquía – siempre según la denuncia – Granada la encerraba en su oficina, con llave, donde le manoseaba y le besaba a la fuerza, pero ante la resistencia, era amenazada. “Por qué me evitas, te estás escondiendo de mí, así no vas a lograr nada, vos conmigo tenés que estar bien para tener lo que querés… sos muy atractiva… Te veo y me imagino varias cosas… Aprovéchame”, mientras hacía gestos y referencia hacia sus genitales. La negativa por parte de la víctima, según contó a la fiscalía, causó que perdiera espacios ya ganados dentro el citado medio televisivo, además de ser castigada con cambios bruscos de funciones y horarios.

AMENAZADA CON NO CONSEGUIR OTRO TRABAJO

Otra de las víctimas declaró que sufría situaciones similares. Una de las más incómodas fue cuando a la fuerza, el imputado le bajó la blusa y le apretó los senos, las nalgas y hasta la entrepierna, mientras la besaba en la boca. Además, también era amenazada para que se someta y no lo denuncie: “Vos me llegas a cagar, yo me voy a encargar de que nunca encuentres trabajo otro lado”, dijo, según la denuncia, mientras continuaba forcejeando con ella, intentando bajarle el pantalón, a pesar de que la misma ejercía resistencia.

Al igual que la víctima anterior, también fue castigada por negarse, perdiendo espacios en la tv, modificando incluso su horario laboral en forma constante. Los acosos continuaron hasta que la misma decidió renunciar este año.

PENSÓ EN ATENTAR CONTRA SU VIDA

La tercera en denunciar a Granada dio una de las declaraciones más impactantes. La joven periodista contó, entre otras cosas, que le decía cosas como “mirana el cula… que tenés, mucho tiempo me aguanté”, mientras le tomaba de las piernas, y en la misma ocasión le contó que la noche anterior fantaseó con ella y lo único que él veía era que ella estaba saltando encima de él (haciendo alusión al sexo), “por lo que amaneció todo mojado”. Tras forcejear, la víctima se retiró apenas pudo.

Tres meses después aproximadamente, según el relato, Granada le habría dicho que para surgir dentro del periodismo no es primordial la capacidad, si no que tenía que tener sexo con alguien “groso”, refiriéndose a él mismo. Ella le respondió que le resultaba una persona enferma, rechazando ese ofrecimiento, causando el enojo del imputado quien golpeó la mesa con su puño diciéndole que nunca antes nadie le había enfrentado, y que él sabía que ella en algún momento lo iba a hacer, “que le gustaba que fuera ruda”.

En una ocasión, cuando Granada se encontraba manoseándola, la joven le ordenó que se aparatara o gritaría, a lo que el ahora imputado le dice: “que es lo que tanto vas a hacer… Quién te va a creer, aparte vos estás donde estás porque yo te puse ahí, vos sin Carlos Granada no sos nada”. Finalmente logró salirse de esa situación y abandonó la oficina de Granada.

Debido a que la víctima evitaba a toda costa cruzarse con Granada, este la llamó por teléfono interno del canal para amenazarla con castigos más severos que los cambios de horario y tareas, si seguía evadiéndolo. De acuerdo a su relato, Granada no frenaba los acosos y manoseos a pesar de la resistencia que oponía.

Un día, después de soportar otro abuso, la víctima salió de prisa del medio, incluso dejando sus pertenencias, tomó su auto para alejarse lo más pronto posible. A continuación, transcribimos parte de su relato: “Subió a su vehículo, manejó a alta velocidad, y rememorando lo recién ocurrido intentó atentar contra su vida, impactando contra el cordón de la vereda». La victima expresó: «‘mientras manejaba quería morirme, quería desaparecer, solo pensaba en él y lo que hizo, me daba asco». Cansada de los constantes acosos físicos y verbales, además de los castigos por rehusarse presentó su renuncia a finales de abril.

Estos son los relatos de algunas de las víctimas. Hemos omitido los detalles más fuertes que se le atribuyen al comunicador, por tratarse de información muy sensible, así como la identidad de las víctimas y cualquier dato que pueda identificarlas. Tras hacerse públicas las denuncias, varias periodistas de ese medio televisivo realizaron manifestaciones exigiendo que sea despedido, luego se le sumaron comunicadores de otros medios.

Nota relacionada: Imputan a exgerente de prensa y ordenan su detención

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