El Tribunal de Sentencia, presidido por Víctor Alfieri e integrado por Alba González y Dina Marchuk, por unanimidad dispuso desdoblar el juicio oral a Christian Turrini y Alberto Ayala Jacquet, debido a una acción de inconstitucionalidad pendiente de resolver planteada por la defensa de este último.
Ambos están acusados por los hechos punibles de asociación criminal, tenencia y tráfico internacional de sustancias estupefacientes, como supuestos responsables de la megacarga de 2.331 kilos de cocaína incautada en octubre del 2020 en varios contenedores de un puerto privado de Villeta.
El abogado Hugo Caballero, defensor de Ayala Jacquet manifestó que abril del 2022 presentó una acción de inconstitucionalidad por irregularidades que vician el proceso, específicamente la falta de indagatoria por parte de su defendido. “Solicitamos que la Sala Constitucional analice y revea la situación porque no tuvo la oportunidad de realizar su indagatoria en la etapa previa”, argumentó el letrado.
Ante esta solicitud, el colegiado resolvió desdoblar el juicio, de manera tal a que prosiga con relación al otro acusado, Turrini, con el fin de dar continuidad al juzgamiento.
Durante el desarrollo de la audiencia, el abogado Eduardo Cazenave solicitó al Tribunal que el juicio sea realizado a puertas cerradas, debido a que ciertas pruebas y testimonios podrían afectar a terceros en el marco de otras causas investigadas.
Tras una deliberación, el colegiado hizo lugar parcialmente al pedido de la defensa y estableció que en casos concretos el juicio se hará de manera privada, previa valoración de las pruebas a ser desarrolladas.
El juzgamiento prosigue el martes 21 de febrero a las 10:30 horas.
ANTECEDENTES
De acuerdo a la acusación del Ministerio Público Cristian Cesar Turrini Ayala ha organizado en connivencia con Alberto Antonio Ayala, el envío de un cargamento de cocaína simulada con carbón vegetal.
En ese sentido, se pudo comprobar que el destino final de la carga del carbón vegetal, era del país Israel documentalmente, pero pasando previamente por Buenos Aires Argentina, descartando la Ciudad de Montevideo Uruguay, y con la última escala en Amberes, Bélgica, lugar donde se procedería a bajar los contenedores contaminados con las sustancias estupefacientes.