Pablo Cesar Espínola Villalba (29), militar y Marilina Esther Mongelos Romero (30) fueron condenados a 2 años 8 meses y 2 años respectivamente, por intentar vender un fusil calibre 5.56 por USD 6.000, negocio que fue frustrado gracias a un operativo encubierto.
El hecho se produjo luego de que una fuente filtrara a la Policía sobre un personal militar que ofrecía armas a la venta, de forma irregular, por lo que un agente policial se hizo pasar por interesado en adquirir un fusil, contactando de esta manera con el militar Pablo César Espínola Villalba, quien presta servicios en la unidad militar RI 14 de Sajonia.
Tras varios días de tratativas, se formalizó un encuentro en una estación de servicios ubicada sobre la Avenida Colón, donde el supuesto comprador, en compañía de otro agente también de incógnito, se vieron con el militar, quien acudió al sitio con su uniforme y arma reglamentarias.
Luego de que le enseñaran el dinero acordado, USD 6.000, el militar hizo una videollamada y contactó con Marilina Mongelos – quien estaba a pocos metros del lugar – , y mostró en dicha comunicación el arma, desmontada y guardada en una mochila.
Espínola empezó a huir con dirección a su destacamento militar para evitar ser detenido, pero tras una persecución de unos 200 metros fue detenido por uno de los policías, procediendo a su detención.
Hubo un tercer acusado, César Grance Riera, (30) también militar quien en principio fue investigado por haber entregado la mochila con el arma a Marilina Mongelos, para su comercialización, sin embargo fue absuelto por duda, ya que no hubo suficientes elementos para sostener su participación en los hechos.
Tras el juicio se dispuso la libertad de la mujer y el levantamiento de todas las medidas cautelares que pesaban en su contra, por compurgamiento de la pena aplicada.
El Tribunal también dispuso la remisión de los antecedentes del caso al Ministerio Público, debido a que el arma, principal evidencia del caso, no fue remitida durante el juicio.
